El domingo, Laura Madrueño volverá a emocionarse tras cerrar la palapa y es que será el último día que veremos a los concursantes de Supervivientes 2025 en Honduras. El martes, llegarán en helicóptero a Madrid para vivir, junto a Jorge Javier Vázquez, la gran final de esta edición.
Pero antes, este jueves, hemos asistido a la semifinal que nos ha dejado el nombre de los dos finalistas que faltaban. Para eso, había una última expulsión que se jugaban Damián, Borja y Álvaro. Montoya ya se había convertido, el pasado domingo, en el primer finalista tras ganar el último collar de líder. Anita, el pasado martes fue salvada por el público y se convirtió en la segunda.
Este jueves, la audiencia tenía el poder de elegir el nombre de los dos últimos finalistas y, para eso, tenía que expulsar al concursante que iba a quedarse a las puertas de la final. Cada uno de los tres candidatos hizo su alegato. También lo hicieron alguno de sus amigos o familiares.
Había una primera ceremonia de barro en la que Borja se salvaba y dejaba el duelo entre Damián y Álvaro. Finalmente, el presentador anunciaba que el salvado de la audiencia era el jinete lo que provocaba frases de ánimo del resto de concursantes para el karateka y un profundo abrazo de su compañero Álvaro.
Era la segunda vez que Damián vivía este momento. Ya fue expulsado, pero volvió para sustituir a Álex Adróver cuando se lesionó la rodilla. Ha vivido una segunda oportunidad y eso le ha hecho muy feliz. “No vuelvo más”, aseguraba en broma señalando el tobillo vendado de su compañero Borja después de que Laura Madrueño le asegurase que tras el rapado tenía un look muy potente.
"Agradezco muchísimo al programa poder haber vuelto, porque ahora me voy tranquilo de verdad. Antes también me iba tranquilo y satisfecho con mi concurso, pero no con ellos... esta vez ha sido increíble. Me voy con gente en el corazón maravillosa y con amigos y con muchas cosas grandes que vamos a hacer fuera. Y ahora sí que sí me voy a casa", decía antes de abandonar la palapa.
"Queremos darte las gracias de nuevo por haber vuelto, por toda tu experiencia y por haberlo hecho con esas ganas y haber sido un ejemplo de superación diaria y competitividad. Ha sido una súper sorpresa conocerte con todos tus valores. Sé que ha sido muy complicado. Son muchos días y habéis tenido muchas rencillas. Pero también, lo que dije, al haber vuelto habéis pasado unos días maravillosos y poder terminar la aventura así es mejor para ti", le decía Laura Madrueño.
Se le ha criticado mucho que desde su primera expulsión hasta que se reincorporó tuvo la oportunidad de comer, dormir en una cama y cargar pilas, pero él quiso dejar claro que no fue una decisión fácil, “soy el primero que dije que era injusto volver porque había comido, había descansado, había dormido en una cama, me había duchado, pero quiero decir que el remedio es peor que la enfermedad. Haber estado con la cabeza en España, abrazando a tu familia, y volver a meter la cabeza aquí es muy sacrificado".
Desde Madrid, Jorge Javier también tenía algo que decirle: “Eras el favorito de mi hermana Esther, te ha votado en todo momento para salvarte. Te lo dije en su momento que te agradecía como concursante que podías haber optado por haberte tapado e intentado pasar desapercibido y que las semanas se fueran cumpliendo, pero has jugado, has arriesgado... de verdad, te lo agradecemos todos los que hacemos Supervivientes".
Laura Madrueño se rompe
Salía Damián de la palapa entre aplausos e, inesperadamente, Laura Madrueño se emocionaba y se rompía. No le salían las palabras y los cuatro finalistas se acercaban a abrazarla.
"Piel de gallina cuando se ha ido Damián”, reconocía. Y Jorge Javier le preguntaba por la sensación que se vive allí cuando la palapa se empieza a quedar vacía: “Es un momento que parece que no va a llegar nunca, ¿verdad? Somos muchos, este programa es súper largo y es muy complicado para vosotros los que más, pero es un reality tan de verdad... Es una experiencia muy intensa para todos los que estamos trabajando tantos meses fuera de casa. Nos da mucha pena dejar esto aquí y volver a casa".
Los cuatro finalistas
Antes de saber la expulsión de Damián, la organización pedía uno a uno a los finalistas que salieran de palapa para leer un pergamino que les anunciaba que ya eran finalistas. Cuando iban volviendo a palapa tenían que disimular bien fingiendo que habían hablado con sus madres –en el caso de Montoya y Anita- o con Sheila, -en el caso de Borja que tenía que inventarse un mensaje de ella para Álvaro-. Esto nos dejaba momentos surrealistas.
Tras la marcha de Damián, Jorge Javier les anunciaba que uno de los cuatro que quedaban iba a ganar esta edición. Lo celebraban con un abrazo común. La celebración era aun mayor cuando se enteraban de que este mismo domingo abandonarían Cayo Cochinos.